martes, 24 de febrero de 2009

Microimpresiones literarias...

...para meter en un saco de pocas palabras por esta vida moderna, rápida y compacta:

Lecturas de metro-bus:
  • La hierba roja de Boris Vian: una vuelta al pasado que marea, que no se entiende y que emociona.
  • Las partículas elementales de Michelle Houllebecq: un perturbado sexual y un anodino vital contagian una visión muy cruda de lo que somos. Tienen algo o mucha de razón, pero prefiero no escuharlos.
  • Chesil Beach de Ian Mc Ewan: están convencidos de que se quieren y seguramente lo hacen, pero la noche de su boda se desencuentran sexualmente y, en lugar de comunicarse, huyen el uno del otro. Desde entonces, siempre se echarán de menos. (Impresión de tortuga)

Me voy rápido a seguir leyendo, que no llego...

domingo, 1 de febrero de 2009

Que enciendan la luz, por favor

Es increíble el poder que la luz tiene sobre las tortugas. Lo vengo observando desde que de pequeña nací cerquita de la playa y, desde entonces, siempre que me acerco se me revolucionan las energías.

No obstante, el experimento de este año acerca de los efectos beneficiosos de la luz sobre las ganas vitales de las tortugas ha llegado por otra vía:

En primer lugar, un día Calila decidió mudarse a una casa en la ciudad cerca de un bosque, pero sin ventanas.

El segundo paso en su rutina vino por la necesidad de cruzar el espacio por debajo de la tierra para llegar al trabajo.

Y el tercer punto -que ya es el resultado- es el de una tortuga de bola y agotada que, pese a todo, se empeñaba en sacar la cabeza para cazar algo de sol.

Ahora bien, la meteorología de este invierno ha hecho de las suyas y le ha devuelto al galápago toda su potencia gracias a la NIEVE.

De pronto todo está blanco (como agobiado de luz) y, mientras el mundo se queja, la tortuga se calza el caparazón polar y las chirucas y sale a jugar con el mismo gusto que cuando exploraba el fondo submarino.