Te habías quedado en la parte trasera y hasta te miraba con cierto aire de superioridad
desde una supuesta madurez.
Y sin embargo, ayer me fluían las palabras y hoy las tengo que pedir, revolverlas y pensarlas
para decirme a mí misma que digo algo.
Y ahora rompo las líneas en verso para disimular el vacío verbal.
Reencuentro: encuentro de dos cosas que chocan una contra otra.
Calila, no sé si vendré a verte (hoy me diría que sí), pero ya siempre te voy a querer desde abajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario